PIENSO QUE NO FUE UN SUEÑO….
Era
muy temprano, abrí
los ojos y con pena me dispuse a comenzar un nuevo día.
Siempre
he presumido de tener los pies más
bonitos de la familia. Los miré, los contemple con admiración
y los deposite con sumo cuidado en la colorida alfombra ¡que pasa!
¡Dios mío!...
la alfombra empezó
a elevarse como en un cuento de las mil y una noche y….
Ante
la situación
me propuse ver qué pasaba y qué quería
hacer o decirme la alfombra, por lo que decidí
sentarme tranquilamente sobre ella y mis rodillas, cerré los ojos y
empecé a respirar tranquilamente.
Al
momento noté como la alfombra salía
por la ventana, era verano y estaba abierta. Al principio sentí
un poco de miedo porque tengo vértigo y no sabía
que iba a pasar cuando abriera los ojos, me resistía
pero al fin los abrí.
Estaba volando sobre un paisaje que no era habitual ni conocido.
Hacía
un día
esplendido de sol. El paisaje era un poco árido
y con la apariencia de un desierto.
Ante
mis ojos apareció
lo que desde el cielo parecía
una especie de invernaderos de plástico.
Me pregunté en voz alta como podría
volar más
bajo para ver de qué se trataba. Dicho y hecho parecía
que la alfombra tenía
oídos,
empezamos a bajar poco a poco.
A cierta altura divisé de que se
trataba, era un campo de refugiados, no sé si en Palestina, Sahara,
Turquía
ó
Senegal pero veía
muy claro lo que era y a los que allí
vivían.
Como si la alfombra tuviera los mandos de un avión
o helicóptero
di
varias vueltas alrededor, que tristeza y dolor ver a tanta gente en
esas condiciones de vida, sobre todo a los niños.
Preciosas las risas y sus caras saludando con sus manos el paso de la
alfombra.
También
como siempre las madres y mujeres del mundo, valientes y luchadoras,
ahí
están colaborando con las
ONG’s tratando de que por lo menos los niños
sufran lo menos posible tanto de hambre como de enfermedades.
Los
sentimientos al ver a la gente en estos campos de refugiados se
entrecruzaban. Muy cerca de nosotros, por desgracia, también se han
instalado situaciones parecidas de hambre y pobreza así
como de dolor ante lo que de momento parece imposible, trabajar para
vivir dignamente.
Recordé
que a finales de los años
80 en nuestro país
se comenzaba a decir que venía
una crisis económica
gorda, muy gorda y terrible y la gente empezaba a asustarse. Muchos
ya estábamos
acostumbrados a esta “canción”
porque vivíamos
en una crisis económica
desde que nacimos, llenos de amenazas sombrías.
La
última
imagen
que tengo de aquel lugar fueron las risas y ojos grandes de tres
niños
que movían
su mano y me decían
adiós,
yo intentaba cogérselas como queriendo sacarlos de allí,
en ese momento la alfombra giró
de forma brusca.
Al
rato un sonido, tengo la duda si fue la alfombra al aterrizar o el
despertador que me avisaba que tenía
una cita a las 11’30 h. con unas amigas para poner nuestro granito
de arena apoyando y ayudando en nuestro entorno más
cercano .…
Mariaje/2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario