jueves, 14 de febrero de 2013




 En el taller de escritura creativa, y en El Rincón del autor, leímos una semblanza de Rafael Alberti y Elena nos llevó esta poesía que nos gustó mucho.
Inés


EL ABURRIMIENTO

Me aburro.

Me aburro.

Me aburro.

¡cómo en Roma me aburro!

Más que nunca me aburro.

Estoy muy aburrido.

¡que aburrido estoy!

Quiero decir de todas las maneras

lo aburrido que estoy.

Todos ven en mi cara mi gran aburrimiento.

Innegable, señor.

Es indisimulable.

¿Está usted aburrido?

Me parece que está usted muy aburrido.

Dígame, ¿a dónde va tan aburrido?

¿Qué usted va las iglesias con ese aburrimiento?

No es posible, señor, que vaya a las iglesias con ese aburrimiento.

Con ese aburrimiento.

¿Qué a los museos, dice, siendo tan aburrido?

¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy?

¡Que aire de aburrimiento!

A la legua se ve su gran aburrimiento.

Mi gran aburrimiento.

Que aburrido estoy.

Y sin embargo...¡oooh!

He pisado una caca.

Acabo de pisar ¡santo Dios! Una caca.

Dicen que trae suerte pisar una caca-

Que trae mucha suerte pisar una caca.

¿Suerte, señores, suerte?

¿La suerte...la...la suerte?.

Estoy pegado al suelo.

No puedo caminar.

Ahora si que ya nunca volveré a caminar.

Me aburro, ay, me aburro,

Más que nunca me aburro.

Muerto de aburrimiento.

No hablo más.

              ME MORÍ.

                                                           

 Roma, camino para caminantes. 1967

                                                  


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