jueves, 31 de enero de 2013

Lectoras y escritoras del Aula, ¿qué os parece una visita ?


Pioneras de la aventura literaria

La Biblioteca Nacional evoca a las escritoras que rompieron barreras en su época



Teresa de Ávila también tenía fe en la franqueza. En el arranque del libro Camino de perfección, que escribió para sus monjas, las carmelitas a las que había descalzado y embridado por la senda de la austeridad (a Angela Merkel le gustaría: una mujer del sur con espíritu del norte), confiesa su profundo cansancio: “Pocas cosas que me ha mandado la obediencia se me han hecho tan dificultosas como escribir ahora cosas de oración”.
La religiosa tenía la cabeza colonizada por un ruido tormentoso desde hacía tres meses y sentía “flaqueza”. 
Aquella confesión dirigida a sus monjas puede leerla cualquiera que acuda a la exposición El despertar de la escritura femenina en lengua castellana, que la Biblioteca Nacional (BNE) dedica a las aventureras de la pluma en siglos poco propicios para las incursiones literarias si no nacías hombre y que estará abierta hasta el 21 de abril.
Las cosas han cambiado. Aunque no demasiado rápido. La propia institución que acoge a las autoras fue un prolongado coto vedado a las mujeres. “La Biblioteca tiene una tradición muy machista. Felipe V solo dejaba entrar a varones y hasta 1837 no se abrió a las visitas femeninas y limitada a los sábados”, contó ayer a modo de contricción histórica la directora de la BNE, Glòria Pérez-Salmerón. Para remachar la exclusión femenina aportó un último dato: hasta 1990 (casi tres siglos después de su fundación) no hubo una directora, Alicia Girón, y no por falta de candidatas (hay tantas bibliotecarias que le dicen “la cuerpa” de archivos y bibliotecas).
Algún remordimiento se disipará con la muestra. Unos 40 libros, pertenecientes a la propia institución y seleccionados por la comisaria, la poetisa Clara Janés, demuestran que las adversidades no son infranqueables. Ir a la contra siempre fue posible. Cristobalina Fernández de Alarcón despertaba a menudo las iras de Quevedo y Góngora, cuyas soberbias estaban a la altura de sus talentos, porque se imponía en todos los certámenes poéticos a los que concurría. A Lope le encantaba. A Lope le gustaban las mujeres. En sentido concreto, y en sentido general. En un discurso en Madrid mostró su alegría “de ver que una mujer pudiese tanto / que haya dado en la iglesia militante / descalza una carrera de gigante”, en referencia a Teresa de Jesús. En sus obras, recuerda Janés, homenajea a numerosas autoras coetáneas.
Su propia hija tiene un protagonismo destacado en la exposición: Sor Marcela de San Félix tomó los hábitos en el convento de las trinitarias, a un paso de la casa familiar. “Se cuenta que Lope iba a visitarla cada día”, explica la comisaria. La monja fue de las pocas autoras que eligió el teatro como vehículo de expresión (tenía a su favor la genética y el ambiente) y representaba sus obras (de tema religioso) intramuros.
Obra de Santa Teresa de Jesús.
La poesía fue el género predilecto de la mayoría, pero tocaron a casi todas las puertas. El ensayo, la novela y la ciencia. De María de Zayas y Sotomayor se sabe poco aunque escribió mucho. Sus Novelas amorosas y ejemplares, que fueron editadas y traducidas en 14 ocasiones entre los siglos XVII y XVIII, se conocen como “el Decameron español”. En una ocasión afirmó: “Las almas ni son hombres ni mujeres”. Se insinuó que era varón, pero Clara Janés rechaza esa hipótesis: “Se escondía muy bien, probablemente porque era una mujer noble y se sentía en peligro si se conocía su identidad”.
Obra de María de Zayas.
Fue una feminista cuando aún no había feminismo sino osadas que iban contra la norma. La más insigne fue Sor Juana Inés de la Cruz, mexicana que nació en el XVII y pensaba como en el XX. Seguramente superdotada: aprendió a leer y escribir con tres años siguiendo a escondidas las lecciones de su hermana mayor y se zampó todos los libros de la biblioteca de su abuelo.
Fantaseó con ir a la universidad disfrazada de hombre hasta que su familia puso tierra entre ella y su sueño y la introdujo en la corte de la virreina, la marquesa de Mancera. Tenía talento, inteligencia, belleza y alergia al matrimonio. Le recomendaron el único camino alternativo: entrar en un convento. Las Jerónimas le dieron libertad: conservó sus instrumentos científicos, sus libros, sus ropas y sus criadas. Reivindicó para las mujeres el derecho a la educación. Avivó tanto el debate intelectual que tras la escritura de la Carta Atenagórica fue perseguida y castigada por los responsables eclesiásticos, que la sometieron a juicio y le obligaron a renunciar a todo lo que había sido (“soy la peor de todas”, diría). La Inquisición hizo de las suyas con todas ellas, empezando por Teresa de Jesús y siguiendo por sus discípulas, Ana de Jesús y Ana de San Bartolomé, que se refugiaron en Bélgica.
Incluso para alguien como Clara Janés, que lleva años explorando en la historia de las escritoras, la BNE escondía sorpresas como la sevillana Sor María de la Antigua, que dejó más de 1.300 cuadernos escritos. Es la única religiosa que aparece dibujada junto a la disciplina —el instrumento de cáñamo usado para azotarse— en la colección de ilustraciones que se incluye en la exposición.
Entre las seglares, Janés destaca la historia de Olivia Sabuco, la descubridora del líquido raquídeo a la que su propio padre trató de robar el logro (finalmente lo lograron unos británicos).
¿Solo escribían las religiosas?, le preguntaron a Clara Janés durante la presentación. No, dijo, pero los conventos fueron los únicos refugios que encontraron aquellas mentes inquietas nacidas en un ambiente opresor y los lugares que a la postre preservarían el material de sus escritoras.

martes, 29 de enero de 2013

EL TALLER DE ESCRITURA CREATIVA SIGUE CREANDO TEXTOS . AQUÍ TENÉIS DOS EJEMPLOS REALISTAS, CRÍTICOS Y MUY BIEN ESCRITOS



                      CARTA A LOS REYES MAGOS






Madrid, 6 de enero de 2013

Hoy, como es el día de los Reyes de Oriente, o de Andalucía, según las últimas noticias que vienen del Vaticano, quisiera pediros, porque sois Magos y tenéis aun capacidad para conceder los deseos de las personas que se han portado bien, que en vez de dejarnos regalos, os llevéis lejos todo lo malo que nos viene ocurriendo últimamente:




Primero de todo, la crisis y la corrupción, (¡que país!), parece que una especie de peste nos inunda. Hay un objetivo, una meta, o un  “tonto el último”, para ver quien se lleva más pasta o quien es el más rico,   les parece todo poco,  ¿hasta dónde van a llegar?, ¿no saben que se  irán de este mundo sin nada, como vinieron a él y que todo lo acumulado  se va a quedar aquí?.

En segundo lugar
, la ambición de los banqueros (que no de los bancos…) esa especie de carrera, para ver quien desahucia a más personas, familias con niños y ancianos, dejándoles en la calle, cerrando pisos y dejándolos vacíos, sin mirar si la culpa de la falta de pago de los créditos  hipotecarios es por que son unos tramposos, o porque se han quedado sin  trabajo por la crisis causada por la ambición de otros, pero ellos a su vez piden  a los demás que les “rescaten” por su mala gestión. No tienen  vergüenza.

En tercero, que debía ser el primero, a los políticos, que no saben poner freno a tanto despropósito, a tanto sueldo desproporcionado, a su ansia de poder, sin tener en cuenta que están al servicio del pueblo, por mirar a otra parte, sin ver o no querer ver dónde está la solución de los problemas, prestando más atención a sus intereses y a los  de amigos y compinches, que a las necesidades de los mas desfavorecidos y de la sociedad en su conjunto.
A los que legislan a golpe de decreto, cargándose los logros que nuestros padres   alcanzaron con gran esfuerzo y sacrificio a lo largo de la historia, borrando de un plumazo las metas alcanzadas, de bienestar y seguridad bien merecidas, como son, trabajo digno, sanidad, vivienda, educación…

Y de paso que os lleváis los problemas que nos aquejan,  descargaremos vuestro equipaje, pidiéndoos que nos  dejéis a cambio, trabajo, salud y amor. (Parece que suena a canción, pero no lo es), trabajo para los casi seis millones de parados, personas que lo están pasando muy mal y para todos los jóvenes, altamente cualificados que están emigrando, no por “afán de aventura”, sino porque aquí no encuentran salida para realizarse, después de haber dedicado sus familias y el  resto del país esfuerzo y dinero para darles unos estudios de los que se benefician otros sin  haber hecho nada a cambio.

Salud para todos, incluso para los que niegan  cobertura sanitaria para aquellos que por desgracia no gozan de ella.

Viviendas asequibles para todos, sin especulación, y negociación con los “banqueros” para llegar a un acuerdo en el problema sangrante de los desahucios.

Educación gratuita para todos.

Y Amor, amor con mayúscula y a raudales, a manos llenas, que nos llegue a todos, a los que están a nuestro lado y también a los que no.
Ah, y un buen tirón de orejas a todos los que he mencionado en esta carta y a otros que aunque no los he nombrado, están por todos lados, vosotros ya sabéis.

Espero que se cumplan mis deseos, que son los de todos, porque hemos sido muy buenos y nos hemos portado bien.
Muchas gracias y hasta el año que viene.
Inés.


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UN CUENTO DE ACTUALIDAD: UN TRISTE Y REAL CUENTO.

 

Amanecía el siglo XXI y con él llegó un nuevo ciclo pletórico de retos esperanza y oportunidades.
Los habitantes de un país llamado España, se desperezaban y despertaban a una etapa más próspera y brillante.
Atrás quedaron los días grises de estrechez y pobreza, de esfuerzo y sacrificio para conseguir un poco más.
Los clichés y estereotipos antes fijos y permanentes se desvanecieron como el humo.
En este nuevo amanecer, España es una democracia madura e integrada en Europa, una nueva potencia económica que crece más y mejor que otros países vecinos.

Los ciudadanos de ese país escuchaban por doquier: España es el país de las oportunidades, la sociedad del bienestar, aquí reina la calidad de vida, esto es el paraíso.
¡Hagan juego señores, apuesten y ganen! compren, consuman, inviertan, las ganancias están aseguradas y los riesgos son mínimos. Ha llegado el gran momento, la maravillosa oportunidad que no pueden desaprovechar.
Esta bonita y cautivadora melodía sonaba tanto y tan bien que los ciudadanos de otros países: europeos, latinoamericanos, africanos, asiáticos… acudieron como moscas a un panal de rica miel, aunque eso les costase la vida en muchos casos, con el anhelo, humano por otra parte, de conseguir un futuro y vida mejor.

La España cosmopolita y próspera, obnubilaba a propios y extraños y cual ratones de Hamelín hipnotizados por esos cantos de sirena, emprenden sin miedo la marcha hacia esa tierra prometida.
Eran días de vino y rosas.
Pero un malhadado y fatídico día oyeron un estrepitoso estruendo.
¿Qué pasará? Se preguntaban atónitos unos a otros. No es normal este malsonante desacorde en tan armoniosa melodía.
La ambición y el capitalismo con sus bien diseñadas y entretejidas telas, tenían atrapados a los inocentes y honrados pobladores de aquel país.

Aquel cuento maravilloso, resultó ser una fabulosa trampa llamada burbuja inmobiliaria, especulación, avaricia desmedida o como quiera que se llame.
Aquel estruendo correspondía a la explosión de esa burbuja que se llevó por delante los sueños e ilusiones de aquellos hombres de buena fe. Todo había sido un espejismo, un sueño que duró apenas un punto.

Aquellos fuegos artificiales se convirtieron en ceniza, en polvo desilusionado, en nada.
La mayoría de aquellas gentes, quedaron desencantadas, humilladas, engañadas, endeudadas, desahuciadas, muy indignadas y más pobres que antes. Pero para algunos, más de los que imagináis, tras aquella explosión fueron todavía más ricos y poderosos. ¿Cómo puede ser así? Preguntareis. 
Pues el mundo que es inmundo. En esa época de bonanza, el tirano dictador “DON DINERO” que no tiene alma ni valores pero si mucho poder, hizo lo que siempre sabe hacer: sacó a sus expertos, hábiles y bien adiestrados cazadores para que sin escrúpulos abusaran de los incautos ciudadanos, utilizando todo tipo de artimañas y así fue. Lo malo es que ahí siguen, no se les ha caído ni un pelo, no les ha crecido ni la nariz como a Pinocho. En todo caso, lo más que han hecho, es dar otra capa de blindaje a su conciencia y siguen ávidos de riqueza, con los ojos bien abiertos ante las nuevas presas, cuanto más fáciles mejor. ¿Crisis? Otra magnífica oportunidad.
Conviene recordar que la mayoría del pueblo ilusionado, se sintió engañado y muy indignado, pero de ningún modo resignado. ¡Cuidado! Un pueblo herido de esta forma merece ser tenido en cuenta. ¿QUÉ OCURRIRA? El final del cuento está abierto, está inconcluso, cada uno puede darle el fin que mejor y más justo le parezca.
Yo concluyo con la sensación de que existen demasiados molinos y pocos quijotes.
IR A CAZAR LOBOS NO ES PARA BOBOS

sábado, 26 de enero de 2013

Convivencia en el Aula Valle Inclán

Un domingo de trabajo con los monitores y monitoras del Aula Valle Inclán donde se comparten ilusiones, propuestas de trabajo y organización.

Revisamos y evaluamos el momento presente. Dudas y dificultades que tratamos de resolver juntos. Unas veces nos sale mejor, otras nos falta tiempo.

 

Pero es alrededor de la "mesa" donde surgen los mejores momentos y no solo por todas esos manjares que llevamos desde nuestra casa para deleitarnos y disfrutar del paladar.

  

 

Nos dedicamos tiempo para charlar, para  intercambiar  recetas, tiempo para  risas, chascarrillos y buen humor.

 

"La mayoría de la gente, es como una hoja que cae, gira a través del aire, se agita y golpea el suelo. Pero hay otros, unos pocos, que son como estrellas, siguen un curso fijo del que ningún viento puede desviarlos." 

Hesse Hermann





Para animarse a escribir poesía en estos "malos tiempos para la lírica"


miércoles, 23 de enero de 2013

Un hermoso texto de nuestra compañera Charo Parajuá.


 

LA EXPERIENCIA DE LEER


Mi experiencia como lectora, va unida (como es natural) a mi experiencia de vida. Siendo muy niña, las letras empezaron a establecer conmigo una tímida relación.

Mi madre hacia un cocido madrileño riquísimo y la sopa no era de fideos no, era sopa de letras.

 Después cuando ya conocía el alfabeto, ella y yo recorríamos las calles del barrio y nos parábamos en cada esquina para leer los nombres que figuraban en las placas azul cobalto.

 También hacíamos “excursiones” por la red del Metro de Madrid. Allí sí que había oportunidad de practicar!!. Todo un laberinto de pasillos y escaleras, se abría ante nosotras. Era maravilloso ir uniendo letra a letra y poder formar nombres de estaciones como las de: Cuatro Caminos, Quevedo, Sol, Delicias…con cualquiera de estos títulos se podría construir una historia.

Mi relación con la lectura se afianzó; aparte de los libros de texto, los domingos me compraban un TBO llamado “Florita”, yo lo leía una y otra vez esperando con ilusión la siguiente entrega.

Como en toda relación normal, entre la lectura y yo también ha habido altibajos, no siempre hemos estado de acuerdo; algunas historias me han divertido, otras me han aburrido y con algunas de ellas he llegado a llorar.

La lectura me ha llevado a veces a lugares paradisiacos y otras a parajes desoladores, me ha puesto en contacto con personajes admirables y también con otros abominables. 




Yo por mi parte la he dado plantón en más de una ocasión, sobre todo cuando las labores domésticas “me llamaban al orden”. Ella en vez de enfadarse, me ofrecía al siguiente encuentro algo sustancioso y emocionante cosa que yo agradecía y me hacía cambiar el orden de prioridades.

Creo que me estoy haciendo mayor, últimamente me dejo llevar por el amor. Siento que las letras me quieren y a mí me satisface corresponderlas.


Charo Parajuá – 23-11-2012


domingo, 13 de enero de 2013

Todos y cada uno de los que estuvimos en este acto de fiesta y alegría tenemos claro que no sobra nadie, que nos gusta sumar y compartir. Y que cuando damos lo mejor de nosotros mismos el éxito está garantizado

 

¡Enhorabuena Aula! ¡Sigamos disfrutando y mejorando a través de la Cultura y la Educación!

 

 

 

 

 El año 2013 nos espera...

 




 Los senderistas, siempre creativos, alegres, y con todo a punto para ser felices y hacer felices a los demás


 Una hermosa música, pañuelos de colores y mucha imaginación para crear momentos de vida y relajación.







MÁS FOTOS SOBRE LA FIESTA DE NAVIDAD


 Navidad, hoy es Navidad.

El Niño Jesús ha nacido en un portal.

Yo voy a adorarle y tú puedes acompañarme.

Hoy es Navidad. Feliz Navidad







 




miércoles, 9 de enero de 2013

Os recomiento leer este artículo de Ángeles Caso, os va a encantar. Se puede analizar en los talleres

En enero del año pasado, Ángeles Caso publicaba en varios suplementos de periódicos este maravilloso artículo, que hoy he vuelto a encontrar y no me resisto a compartir, porque me parece que debería ser una guía de acción para la vida… Creo que merece la pena leerlo con atención, pensarlo y disfrutarlo. Es tremendamente bueno.

Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. 
O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso.
 O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. 
 Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí.
 El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.

Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece.

Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios.
 
 Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. 

Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.
Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. 
Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante.
 A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.
Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. 
Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos.
Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. 
Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. 
El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.
También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar.
 Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. 
Un instante de belleza a diario. 
Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado.
No estar jamás de vuelta de nada.

Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería.
No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase.
Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. 
Sólo quiero eso. Casi nada. O todo.