miércoles, 18 de septiembre de 2013

TRADICIÓN


Dicen que es por tradición y las tradiciones hay que conservarlas. 

El festejo taurino, se ha ido transmitiendo desde tiempos inmemoriales. 

El verano comienza (entre otros) con los famosos y multitudinarios Sanfermines y en cualquier pueblo de España, aunque carezcan de centro
médico o contenedores para la basura; nunca pueden faltar en sus fiestas patronales el espectáculo taurino.

Hace unos días, se ha celebrado en Tordesillas la fiesta del “Toro enlanzado”, que como bien dice su nombre consiste en acosar sin piedad al animal hasta atravesarlo con una lanza.

Es una pena que Tordesillas sea conocido por estos rituales salvajes, en vez de por sus hechos históricos, entre ellos el tratado firmado en 1494, que trazó la línea de demarcación entre España y Portugal. 

Quizá lo único histórico que podría ser resaltado en memoria de cruentas
batallas, sería precisamente el arma o utensilio que emplean para el sacrificio:
LA LANZA y que sin duda, debería estar ubicado en un museo.
No es fácil de entender, que encontrándonos en el siglo XXI se siga conservando algo tan ancestral.

Es como si el progreso obtenido a lo largo de todo este tiempo, hubiese dado
la espalda a los derechos de todo ser viviente.

No se entiende, no se entiende ese empeño humano en abusar de un ser en inferioridad de condiciones (aunque se trate de un animal). 

No se entiende ese afán de aniquilar, de convertir la muerte en trofeo, de torturar por “Tradición”.

Charo – Septiembre 2013

2 comentarios:

  1. No se, ¿como se podría acabar con esas macabras tradiciones?. Y los políticos ¿porque no se mojan?
    Son preguntas que dejo en el aire.
    Africa.

    ResponderEliminar
  2. Me produce una profunda tristeza y una gran vergüenza este tipo actos al amparo de una tradición.

    Tristeza, porque yo creía que la especie humana había llegado a un estadio superior y que en conciencia debía proteger a otros seres indefensos.

    Vergüenza, porque me siento abochornado de que en mi país permitan este tipo de actos salvajes.

    Pero mi rabia está, contra los políticos que no tienen la valentía suficiente para acabar con este tipo de fiestas aberrantes.

    ¿Será porque tienen miedo a las próximas elecciones? o ¿por qué en el fondo a ellos tambien les gusta estos festejos?

    ResponderEliminar