sábado, 22 de febrero de 2014

Canciones para celebrar el 8 de marzo







Volver A Los Diecisiete


Volver a los diecisiete
después de vivir un siglo
es como descifrar signos
sin ser sabio competente,
volver a ser de repente
tan frágil como un segundo,
volver a sentir profundo
como un niño frente a Dios,
eso es lo que siento yo
en este instante fecundo.
Se va enredando, enredando,
como en el muro la hiedra,
y va brotando, brotando,
como el musguito en la piedra.
Ay si si si
Mi paso retrocedido
cuando el de ustedes avanza,
el arco de las alianzas
ha penetrado en mi nido,
con todo su colorido
se ha paseado por mis venas
y hasta las duras cadenas
con que nos ata el destino
es como un diamante fino
que alumbra mi alma serena.
Lo que puede el sentimiento
no lo ha podido el saber,
ni el mas claro proceder
ni el más ancho pensamiento,
todo lo cambia el momento
cual mago condescendiente,
nos aleja dulcemente
de rencores y violencias,
sólo el amor con su ciencia
nos vuelve tan inocentes.
El amor es torbellino
de pureza original,
hasta el feroz animal
susurra su dulce trino,
detiene a los peregrinos,
libera a los prisioneros,
el amor con sus esmeros
al viejo lo vuelve niño
y al malo solo el cariño
lo vuelve puro y sincero.
De par en par en la ventana
se abrió como por encanto,
entró el amor con su manto
como una tibia mañana,
al son de su bella diana
hizo brotar el jazmín,
volando cual serafín
al cielo le puso aretes
y mis años en diecisiete
los convirtió el querubín.



        A M I G A S



Y me rodean 

amigas altas, bajas, guapas y feas 

resistentes pero desarmadas, buenas y malas 
y algún que otro día sólo cansadas. 

A toda prueba 
viejas como la esfinge y nuevas, nuevas 
les gusta ser tan altas como la luna; pero también 
volverse pequeñitas como aceitunas. 

Que transforman lo eterno en cotidiano 
que conviven sin miedo con la muerte 
que luchan cuerpo a cuerpo con la suerte hasta lograr 
que coma dulcemente de sus manos. 

Y me rodean 
amigas ay, ay, amigas 
dulce esperanza de la sed 
amantes siemprevivas 
dorado manantial de espigas 
y me rodean 
amigas ay, ay, amigas 
diosas de agua y de la miel 
valientes fugitivas del edén. 

Lloras sin rabia 
envejecen haciéndose más sabias 
saben coger la vida por los cuernos, pero también 
correr para no verse en el infierno. 

Con su ternura 
funden el corazón de la amargura 
y como todos, quieren que las quieran más, que bien saben 
tener la soledad de compañera. 

Que transforman lo eterno en cotidiano 
que conviven sin miedo con la muerte 
que luchan cuerpo a cuerpo con la suerte hasta lograr 
que coma dulcemente de sus manos. 

Y me rodean 
amigas ay, ay, amigas 
dulce esperanza de la sed 
amantes siemprevivas 
dorado manantial de espigas 
y me rodean 
amigas ay, ay, amigas 
diosas del agua y de la miel 
valientes fugitivas del edén. 

Amigas ay, ay, amigas.


Ana Belén


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