Un grupo de personas leemos el mismo libro.
Después fijamos la fecha para comentarlo.
Mayoría de mujeres.
Distintas edades.
Nos reunimos en espacios públicos: una aula de nuestra Escuela Valle Inclán o como vamos a hacer este curso en la biblioteca del barrio.
Es un grupo participativo, a veces guardamos el uso de la palabra, y a veces no, hablamos según vamos necesitando hacerlo.
Intentamos sentirnos cómodas y valoradas.
Reavivamos el intercambio de ideas.
La riqueza de los debates y discusiones es lo más jugoso del encuentro.
Los temas polémicos despiertan nuestras pasiones.
Compartimos sensaciones y emociones en el tránsito de las mismas páginas.
Ampliamos conocimientos y gusto por vivir la experiencia de la lectura con otras personas.
Conseguimos un clima de interés y respeto.
Mucho más que una actividad en torno a la lectura, se convierte en un vínculo de cercanía y cordialidad alrededor del libro.
